Emprender hasta en la sopa como Warhol

#Emprendedores #Emprendeduría #Emprendimiento #Emprendizaje… y todos los «empren» que se te ocurran. Un añorado amigo decía, hablando de software turístico, que cuando alguien no sabe lo que hace, dice que está haciendo «Business Intelligence«. Algo parecido pasa con los emprendedores: cuando no sabemos cómo crear empleo pasamos la pelota a los «empleados» instandoles a hacerse emprendedores.

Mentalidad parecida se aplica cuando se considera al autónomo como algo excepcional, como si por ley natural debiéramos ser dependientes cumplida la mayoría de edad.

El lenguaje es maravilloso y el papel lo aguanta todo pero no, no nos iremos por los cerros de los filósofos del lenguaje que nos ayudarían a deconstruir el emprendimiento; tampoco entraremos en la cocina de Ferran Adrià. Nos limitaremos a reivindicar la actitud, la cultura, la acción emprendedora como algo inerente a las personas con sangre en las venas.

No nos haremos la pregunta retórica de si el emprendedor nace o se hace, tampoco haremos la gracia de «por qué lo llaman emprendedor cuando quieren decir empresario»… Más simple: reivindicamos el emprendimiento como algo consustancial a la existencia humana: tenemos ruedas porque alguien emprendió, tenemos ordenadores porque alguien emprendió. Quedarse quieto es empezar a morirse.

Vale…, tampoco haremos moralina melodramática. Simplemente una idea:

El emprendimiento es transversal. Emprende el que no se queda quieto ante un problema, emprende también el que piensa que las cosas podrían ser de otra manera y lo pone en práctica. Emprendedor no sólo es el que monta una start-up de éxito o el joven empresario innovador; emprendedor es el que organiza un equipo de futbito con los chavales del barrio o quien mejora la gestión de la cocina del restaurante. Emprendedor es el que mejora las cosas.

Obviaremos matices de si lo hace solo o en equipo, si es emprendedor social o especulativo, si es intraemprendedor…  Ha sido el emprendimiento el que ha mejorado las cosas y, si queremos vivir mejor necesitamos emprender más. Ergo, cultura emprendedora que no se debe confundir con poner una asignatura de «educación para el emprendimiento» en las escuelas. Otra maría.

El emprendimiento es una actitud. Y las actitudes se pueden trabajar y potenciar. También una aptitud, trabajable y potenciable. Manos a la obra en potenciar actitudes y aptitudes emprendedoras en todos los ámbitos empresariales, sociales y, porque no, privados.

Emprender hasta en la sopa como Warholhaciendo de la sopa, y del emprendimiento, una obra de arte.

– La imagen es de Wikipedia linkada siguiendo sus criterios de cita, uso justo y legítimo.

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