Vale que es una frase hecha. Basta teclearla en Google para darse cuenta de lo manido del tema pero no por ello es menos interesante recordarlo de vez en cuando: el deseo de perfección nos paraliza; recordar aquí aquello de lo bueno si breve dos veces bueno o lo mejor es enemigo de lo bueno.
A veces no llegamos ni al análisis: nos enrocamos en qué nombre maravilloso le pondremos a la criatura o cómo vamos a repartirnos los pingües beneficios que «vamos» a obtener.
En estos casos creo que la mejor medicina es el poeta: «se hace camino al andar». Es decir, si tenemos una idea, un proyecto, lo más importante es dar el primer paso. Después, caminando, ya iremos ajustando nuestro vehículo y nuestra ruta, nuestra organización y nuestro producto.
No estoy diciendo que no haya que analizar, planificar…. sino que hay que tender al prototipo, a la beta y, si conseguimos pronto resultados tangibles, esta será la mejor gasolina para nuestro proyecto.
La idea esencial es la de concentrarse inmediatamente en los resultados tangibles -y no en programas, preparativos y resolución de problemas- […] El enfoque de «lo primero, resultados» cambia toda la psicología de la mejora del rendimiento…
Robert Schaffer, citado por Tom Peters en «En busca de la excelencia».